17

El número 17 en si mismo puede significar muchas cosas. Para empezar es un numero primo que a su vez se descompone en otros dos números primos... Pero también puede significar una fecha, una edad, un día, un periodo...

Cuando me tomaron esta foto, no sabía lo que el futuro me deparaba. Sentía orgullo, emoción, ganas de comenzar y un poco de esa valentía que te da la inexperiencia. En ella estoy acompañada mi di hermana, un mico tanto ahora como antes. Y a quien sostengo en mis brazos es a mi hijo Rober... de quien no se nada desde hace mas de siete años y quien ahora tiene 17.

17 son los años que han pasado desde que se tomó esa foto hasta la toma de esta otra.

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La graduación de mi hermana a la que le adelanto en edad casi 17 años. Una graduación emotiva donde también llevé en brazos a mis hijos Gaby y Leo.

 

El 17, del mes de junio, fue la fecha en el que Leo celebró su fiesta de final de curso. Su primer curso en la guardería. Una despedida que lo celebró vestido de dinosaurio, meneando ese culo prieto de pañal y quizás, y solo quizás, dedicándonos una de sus mejores sonrisas...

Ese mismo día, cerca de las 17 horas, Gaby también celebraba su fiesta de fin de curso en el mismo centro. Vestido para la ocasión, nos deleitó con un Charlestón acompañada de una de sus actuales novias. No sin antes tocarse de continuo la colita en una imitación a Michael Jackson. Costumbre que ha adquirido en su nueva etapa de "fuera pañales" y en la que ha descubierto a su nueva amiga (y no me refiero a Noa).

En ese mismo acto recibió su primer diploma. Esta vez ha sido el de finalización de la etapa de guardería... pero nos quedan 17 veces 17 años (quizás algunos menos pero confiemos en la ciencia)... para obtener todos los diplomas que el se proponga.

Un título sencillo: Londres

Como si de un "deja vu" de mi pasado se tratara, en el mes de abril estuvimos visitando a nuestra familia de Londres. La misma imagen que tenía en mi cerebro se repetía en una realidad adaptada al presente. 

Todo comienza con el ajetreo de las maletas y la emoción de subirse a un avión. Esos aparatos tan enormes que siempre me han causado tanta admiración. Aunque no menos, la sensación que trasmite un aeropuerto. Un lugar enorme donde la tristeza y alegría van de la mano en los conceptos indistintos de llegar e irse.

Londres tiene algo especial que estimula mi cerebro. Su color, sus formas, el olor de sus casas, los sonidos. Todo es diferente. Y como uno va de vacaciones... el día a día también es distinto. Una de esas diferencias es que te toca compartir con tu hermano cama, coche o carrito de la compra... algo que en ocasiones aborreces, pero en muchas otras te divierte.

La mezcla de culturas que históricamente se impuso en Londres, han hecho de esta ciudad un lugar para crear tendencia o, al menos, para que uno pueda lucir los "looks" más prohibitivos sin llegar al nivel de Ibiza.

 

Para Gaby y Leo, este viaje es una experiencia que, por ahora, no supera más allá de los márgenes de la emoción. Pero para mi... y quizás para ellos en un futuro, son un compendio de sensaciones. Mezcla de nostalgia, alegría y recuerdos.

En nuestra visita de octubre, estuvimos visitando la ciudad. Este año hemos querido evocar a mi memoria e irnos a la fábrica de chocolate más famosa de Inglaterra (o eso creo). A Cabury´s World.

Una fábrica donde el chocolate te acompaña de todos los modos posibles. Desde su olor, hasta su sabor, pasando por las formas de peluche.

Y si algo tiene Londres... son sus inmensos parques donde pasear, jugar o corretear. Gran parte de mis recuerdos están en ellos: jugando al mini-golf, al cricket (algo que se me da aterradoramente mal), corriendo con el perro de la vecina de mi abuelo, cogiendo moras con mi abuelo hasta llegar al punto de la diarrea... Parques impresionantes en los que he querido que nuestros peques disfrutaran.

Pero todos los viajes, tienen algo en común. Uno tiene tantas ganas de hacer cosas que llega un momento en que el cuerpo no responde, queda extenuado y se apaga.

 

Sea por la compañía de nuestros familiares, a los que no he querido sacar para mantener su privacidad (y para que no me pidan derechos de autor), por el tiempo de relax, por los recuerdos evocados o por las experiencias vividas... nuestro viaje a Londres ha dejado su recuerdo en nuestros corazones.

Lo que nos queda... saber que muy pronto, volveremos.

Míralo desde el otro lado del cristal

Hace unos días, trabajando, discutí con un profesional de otra rama sobre un paciente que asistíamos. Me decía que aquella persona estaba "fuera de sus cabales".

Mi respuesta fue simple: ¿por qué tenemos que juzgar a alguien por no pensar como los demás? ¿quién marca la normalidad? ¿por qué se estipula una forma única de ver las cosas?... Bueno eso y otras tantas cosas que nos dijimos en más de dos horas de intervención.

Hoy Leo me ha dado el ejemplo básico. Fue por casualidad. Estaba recogiendo la pelota que a mis vecinas se les había colado en nuestro jardín (forma política de denominar a nuestra pequeña selva). Al mirar a la puerta lo vi. Allí estaba, como si de un profesor se tratara, espachurrando la cara para demostrar de forma visual mi teoría.

Y no, no es un efecto. No es un filtro. Es la vida tal cual, vista desde el otro lado del cristal.

Déjame que te hable de Leo

Déjame que te hable de Leo. Una tarea que tengo pendiente desde la primavera pasada. Por eso, este post quiero dedicárselo completamente a él.

Déjame que te hable de Leo y que te recuerde que nació el 21 de marzo del 2015. Irrumpió un día de eclipse (aunque oficialmente el calendario hubiera pasado página) y se abrió paso nada más comenzar la primavera. Con unos pocos días de adelanto, salió rápidamente de su cueva, sin darnos tiempo casi a acomodarnos cuando ya salía su cuerpecito.

Es el día en que el horóscopo comienza con Aries. Un signo que simboliza los comienzos, el principio, la mañana, los jefes y la autoridad. Su elemento es el fuego. Su estación, la primavera; su color, el rojo; su día de la semana, el Martes. Está asociado al rubí, el diamante, el hierro, la amatista y el granate. Marte es su planeta. Y, aquellos que conocen esta ciencia, dicen que son trabajadores, emprendedores y enérgicos, aunque algo posesivos y rebeldes.

Déjame que te hable de Leo y aclare algo que lleváis preguntándonos casi los 364 días de este año (bueno... 365, que este ha sido bisiesto). Su nombre, Leonardo, no lo escogimos por ser el de la "Tortuga Ninja" de antifaz azul. Tampoco se lo pusimos por el famoso actor... sí, ese que por fin gano un Oscar (quizás nuestro peque la ayudó... quién sabe).

Déjame que te hable de Leo y te cuente que su nombre viene del famoso Leonardo Da Vinci. Un personaje peculiar que tanto a su madre como a mi nos llama la atención. Eso, sumado a que nos gusta el nombre y que existe en los dos idiomas paternos... blanco y en botella. La idea? visitando la exposición que había el verano del 2014 en Toledo (que, por cierto, aún continua).

Nombre de origen germánico, derivado de "Leonhart", y con significado de: "aquel que es fuerte como un león". Como dicho animal, dicen que son personas atractivas para las mujeres, que trasmiten seguridad y fuerza. Su onomástica es el 6 de noviembre.

Déjame que te hable de Leo y te cuente que su efemérides es como la personalidad que poco a poco va demostrando. Todo lo que leíamos sobre lo que acontecía eran terremotos, guerras... incluso en 1980, en la serie estadounidense "Dallas", J.R. es tiroteado por un personaje... Vamos! como el carácter de nuestro peque: un terremoto guerrero. Pero vaya... si rebuscas, encuentras la belleza, la tranquilidad y la alegría. Si rebuscas encuentras que ese mismo día, en el año 2006, se lanzó el primer tweet de la famosa red social Twitter. Algo que muchos aman, adoran y se hacen adictos (como de nuestro peque) y que guste más o menos, ha sido un avance para nuestra sociedad.

Déjame que te hable de Leo y te cuente que acaba de cumplir un añito. Que lo hemos celebrado a lo grande rodeado de aquellos que más queremos, a excepción de los que no han podido asistir y/o no han querido.

Déjame que te hable de Leo y que te cuente que tiene la suerte de tener como hermano a Gaby. Una suerte que es recíproca. Una suerte que ellos mismos notan. Porque los hermanos son importantes y se les echa de menos cuando no están (o al menos yo así lo siento).

Sí, se que dije que solo hablaría de Leo... pero Leo ya no es "Leo" sin Gaby, al igual que nosotros ya no somos "nosotros" sin Leo. Somos una familia creciente, para algunos grande, pero para nosotros UNA.

Politica familiar

Después de diciembre, las noticias no cambian. Pactos, deseos, esperanzas, orgullo... El país está envuelto en una boragine que hace desesperar incluso, al más paciente...

Y aunque no lo creamos, los asuntos sociales, en ocasiones, se reflejan en nuestras vidas cotidianas. Así por ejemplo, podemos resumir la semana con tres imágenes:

1) La primera es el intento de pactos en los que algunos denominan "un nuevo viaje". Aunque nadie quiere ser el copiloto.

2) Algunos promulgan la paz y visten sus atuendos. ¿Cuándo nos daremos cuenta de que la PAZ no es solo un juego de niños?

3) Independencia: objetivo que hay quien trata de conseguir sin darse cuenta que, de las pocas independencias positivas, son las que van consiguiendo los peques según van creciendo (y en ocasiones, si es excesiva, tampoco es buena).

Si aún así no creeis que nuestra casa es una pequeña representación de la sociedad, solo puedo deciros que aquí, también los príncipes son nuestros reyes!

Tan pequeño pero a la vez tan grande

Nuestro pequeño es... nuestro pequeño. El "Legionario". A las órdenes del "Capitán" o a veces contradiciéndoselas se hace hueco por la casa con la habilidad del soldado más avispado de toda la brigada.

Y un día, de repente, te lo encuentras donde no lo esperabas. Donde no estabas acostumbrado a verlo. O incluso, donde te recuerda a su predecesor.

Y la verdad es, que a veces parece pequeño... tan pequeño!!

... pero cuando cambiamos el punto de vista, nos damos cuenta de todo lo que ha crecido.

Lo que sucede, es que tenemos como punto de referencia a Gaby, quien para nuestra mente sigue siendo pequeño, aunque en realidad ya no lo es tanto. Lo hemos podido comprobar este fin de semana, haciendo sus primeros deberes de la "guarde" en casa.

Si queremos ser objetivos, nos basta con observar nuestro punto de referencia: los cumplemeses. Tan solo hace unos días Leo cumplió los 10 meses, colocándose en la recta final de su primer añito.