domingo, 19 de julio de 2015

De nuevo... papillas

Parece que fue ayer cuando el pequeño Leo entraba en nuestra casa. Y de entrar... lo hacia discreto, porque el pobre no hace ni un solo ruido (de momento!!!). 

Parece que fue ayer cuando tomaba el sol el Pantano de San Juan, en un día primaveral, mientras nosotros nos acercábamos a San Martín de Valdeiglesias a realizar todo ese papeleo. Si, si, San Martín de Valdeiglesias, leíste bien!... y el DNI en Ávila. Pero eso ya es otra historia.


Y es que Leo... es silencioso hasta cuando se viste de dinosaurio...


Tan silencioso... que parece que sólo duerma...


Pero en realidad, nos engaña. Tanto como tus ojos te han engañado en las tres últimas fotos, en las cuales apenas has notado diferencia. Ahora vuelve a fijarte en ellas y verás que hay gran diferencia. Y, al igual que tus mente te engañó, lo ha hecho con nosotros, pues aunque no nos hayamos dado cuenta, nuestro pequeño ha crecido.

Y de repente lo descubrimos cuando volvemos a la rutina de las papillas. Algo ya completamente olvidado con Gabi y que Leo coge su relevo.



martes, 7 de julio de 2015

Pasa el tiempo

Pasa el tiempo desde la última vez que toqué estas teclas. Desde que las aporreé para dar paso a una nueva entrada en este blog. Para poner fotos tiernas...

Pasa el tiempo desde que Gabi parecía mayor sentado en la butaca de hospital. Desde que Leo parecía pequeñito-pequeñito tumbado en la cama del hospital. Desde que las comparaciones parecían odiosas, pero necesarias para nuestra memoria.


Pasa el tiempo desde que nuestro pequeños empezaron a dar sus pincelados. Desde que Gabi comenzó a expresar su arte. Desde que Gabi empezó a pintarse a si mismo...

... a pintarse literalmente.

Pasa el tiempo y dejamos atrás los días de frío. Dejamos atrás los abrigos, los edredones y las ventanas cerradas.




Pasa el tiempo desde que el biberón era nuestro único vaso. Desde que Gabi comenzó a beber con pajita... Desde que recordamos que te mojas entero cuando aprietas un brick.



Pasa el tiempo y algo tan especial como comer se hace algo habitual. Pasa el tiempo y olvidamos cuando fue nuestra primera comida. Nuestra primera hamburguesa.


Pasa el tiempo y ahí quedan nuestras caras, nuestros gestos y expresiones. Pasa el tiempo pero hay miradas que nunca se olvidan, que siempre permanecerán.


Pasa el tiempo y de 1 pie, pasa a 2 e incluso a 3. Pero siempre con sus parejas!!!


Pasa el tiempo y atrás quedan los primeros baños en casa, algunos solos y otros en compañía.


Pasa el tiempo, pero nosotros seguimos. Y cada día con mas anécdotas que contar.

De modo que, aunque pase el tiempo, no paséis por alto nuestro blog, porque queda mucho que contar.