Dicen que la vida es competición. Que desde el momento en que naces comienzas a luchar por ser más que otros. Incluso llegué a leer un estudio sobre la diferencia emocional entre los que nacían mediante parto vaginal frente a los que nacen por cesárea...
Ufff... Que estrés!!! Y eso que apenas se hemos empezado a vivir. Pues no nos agobiemos, que ni tan siquiera comenzamos.
Desde los primeros días surge una lluvia de preguntas tipo: y come bien? Y se despierta por las noches? Y ya le salieron los dientes? Y ya dice algo? Y habla? Y ya comenzó a gatear? Y anda?... Todo un interrogatorio que en muchos casos se limita a la simple curiosidad, pero con gran frecuencia se busca argumentos para una siguiente crítica: pues mira el hijo de Fulanito que aún no... Aún más cuando la tanda de penaltis viene acompañada de: huy, pues el mío ya andaba antes de cumplir el año! Da por seguro que cuando entren en el coche saltará el comentario crítico antes que la alarma que avisa que no llevamos el cinturón de seguridad.
Como la vida es una competición... Nosotros hemos decidido que compita en la categoría de triatlón. Correr ya correrá y montar en bici... todavía no llega a los pedales. Optamos entonces por la natación. Si, si. Clases de "matronatación". Una palabra no incluida en la RAE, con cierto tono de feminidad que quiere decir: natación para padres con sus peques. Bueno... Realmente para un padre con su niño, que no entiendo que, al menos en algunos centros, la actividad no pueda ser disfrutada/compartida de forma conjunta por ambos congenitores... Vamos, que también tenemos que luchar por quien entra o por quien se queda fuera, jajajaja.
Fuera de ello, Gabi a comenzado con esta actividad. Tratando de adaptarse a un medio que es complicado para el ser humano. Un medio en el que no se puede respirar ni mantener la posición de forma natural. Así que, no es raro que haya momentos en los que le cueste. Aún más cuando las legañas siguen en sus ojos.
Así que cada sábado ahí está. Dentro del agua como pez en el agua o, quizás, como garbanzo en remojo. Independiente, es una actividad que le estimula y que le genera más risas que llantos.
La vida es así, pura competición.
