Hace unos días, trabajando, discutí con un profesional de otra rama sobre un paciente que asistíamos. Me decía que aquella persona estaba "fuera de sus cabales".
Mi respuesta fue simple: ¿por qué tenemos que juzgar a alguien por no pensar como los demás? ¿quién marca la normalidad? ¿por qué se estipula una forma única de ver las cosas?... Bueno eso y otras tantas cosas que nos dijimos en más de dos horas de intervención.
Hoy Leo me ha dado el ejemplo básico. Fue por casualidad. Estaba recogiendo la pelota que a mis vecinas se les había colado en nuestro jardín (forma política de denominar a nuestra pequeña selva). Al mirar a la puerta lo vi. Allí estaba, como si de un profesor se tratara, espachurrando la cara para demostrar de forma visual mi teoría.
Y no, no es un efecto. No es un filtro. Es la vida tal cual, vista desde el otro lado del cristal.
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